Un día más, como cualquier otro. Siempre viendo la misma pared en mi petrificada existencia. Con alas levantadas y pose en vuelo, mi figura embalsamada reposa encima de una estructura de madera. Esto no es vida, ni es muerte; maldigo a quien fuera el culpable de que mi conciencia permanezca. Nadie lo sabe. Pienso y observo, pero quien me vea solo distinguiría una estatua. Perdí toda mi innata majestuosidad y dignidad.
Sin embargo, algo raro está pasando ¡Me están llevando, me voy, me voy de acá! La chica, Ángela, cargándome en sus brazos me dice – Vas a hacer perfecto de Hedwigg, nos vas a venir re bien para sacar fotos con los alumnos - ¿De qué habla esta loca? ¿Hedwig? Pero si ese ni siquiera es mi nombre. Me lleva en una jaula, según lo que escuché se supone que vamos a una reunión del centro de estudiantes Hogwartz. No tengo idea de qué habla.
Estamos en una casa, hay muchas más personas, y están charlando y discutiendo sobre qué hacer en la “campaña”, sabrá Dios búho que es eso. Unos dicen de poner banderines de decoración, otros hablan de poner mini estandartes. Están eufóricos, cuando calza una idea se emocionan y gritan como locos, se descontrola todo. Dicen de hacer el sombrero, la entrada a la estación 9 y 3⁄4, y ¡Buá! Muchas cosas más. Están muy emocionados, y la mayoría cree fervientemente que van a ganar.
Me llevan al colegio. Al parecer los que me llevan dicen que deben mostrar interés en los alumnos, así que salen a sacarse fotos con carteles, sombreros, y conmigo, para demostrarlo. Sigo siendo esclavo de mi cuerpo petrificado, pero al menos me divierto. Se siente bien la sensación de ver caras nuevas, y como todos esos alumnitos sonríen a la “cámara”. Se siente una unión, y el aire que se vive es de lo más brillante y cálido. La paso bien, aunque a veces me dejan de decoración junto a la estación 9 y 3⁄4. Pero bueno, al menos esto es mejor vida que aquella vieja pared de la cual me conozco cada arruga.
Dicen Ángela y los otros del centro Hogwartz que se acerca el cierre de campaña, y que hay que darlo todo para poder ganarles al otro centro, Linces. Parece que se van a juntar en una casa, para caer luego a la escuela a la mañana, sin haber dormido siquiera ¡Pero que dementes! Temo por mi papel acá, porque escucho que todo va a ser alocado, y no sé qué haría allí un búho embalsamado. Sin embargo, al menos siento mucha emoción y expectativa, y me preocupa; ya no sé si me la contagiaron ellos o si me ha nacido. Pero al menos es mejor vida.
Llega el día de cierre de campaña. Entran ambos centros, todos con la ropa destrozada y personalizada; y armados con bombos, tambores, redoblantes, y cualquier otra cosa que sirva para hacer ruido. Comienza el estruendo ¡No se entiende nada! Cantan y cantan, bueno...gritan en realidad. Por lo que pueedo deducir en todo el escándalo, es que se tiran ataques entodo ese griterío. Aunque parece una guerra, no creo que haya malas intenciones. Bueno en realidad espero que no las haya.
Finalmente se juntaron en el patio al parecer. Saltan y saltan, se tiran huevos, harina, nieve...nunca voy a entender a los humanos. Bueno, al menos los veo felices, eso lo disfruto. Retiro lo dicho ¡Me agarraron! Me están tirando de todo, harina, pintura, huevos. ¡Pero que desastre, ya ni parezco un búho soy como un arcoíris! Ya no entiendo nada, no siento nada, se descontroló todo. Momento, mi cuerpo petrificado se siente diferente, pero ¿Qué es esta sensación? Ahh, se me quebró un ala ¡Se me quebró un ala! Esto ya es demasiado para mí, y parece que para ellos también. Rompieron todos los carteles que colgaban del segundo piso. Y apareció una señora con cabello rubio todo enrulado como una esponja, gritándoles. Pareceque se term inó todo.
Finalmente, luego de todo este calvario que acabo de vivir, vuelvo a mi casa. Y regreso a la misma posición de antes, mirando la misma pared. Ya no soy el mismo, aunque haya sufrido “heridas de guerra”, me han recuperado como se pudo. Pero no me importa. Al menos, al parecer todo este desastre no fue en vano. Me enteré que Hogwartz ganó, y en el fondo me alegra haber sido parte de eso.
Pericles, 6° A
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