Ahora
que no hay nada más que hacer, solo mirar por la ventana,
que los días son más largos,
que esta mañana me desperté y solo noté tu ausencia.
Ahora
que ilegalizan mi medicina, ¿cómo calmo esta enfermedad crónica?
que queremos lo que no podemos tener y extrañamos lo que solíamos odiar,
que miro, que abro los ojos,
que me encuentro con la cabeza vacía,
que trato de conectarme con lo que siento,
que vuelvo a respirar el aire más puro.
Ahora
que de repente esperar, era volver a empezar,
que sin darnos cuenta todos nos paramos; todos, excepto el tiempo,
que mientras más pasa, peor se pone,
que las miradas ya ni se cruzan,
que el tiempo se detuvo en un domingo eterno,
que vemos cómo no podemos disfrutar estos últimos años de secundaria.
Ahora
que tuve tiempo, que ya desperdicié,
que te aferrás a futuros proyectos que jamás se van a cumplir
que no te queda nada que esperar,
que todo volverá a la normalidad, pero no será lo mismo,
que vivimos con incertidumbre.
Ahora
que el flujo humano ha cesado,
la naturaleza respira con tranquilidad.
Ahora
¿qué hago?
Poema colectivo, 5to B
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