Lunes 13 de
abril
Si tuviera que hablar de la
cuarentena en general, la palabra justa para describirla sería aburrida, pero
hoy pareció ser un día bastante particular, hoy me levante con mi celular
sonando, y no porque yo haya puesto una alarma, sino porque estaba recibiendo
la llamada de alguien muy especial para mí, alguien que extraño y que significa
mucho en mi vida desde que soy chiquita y puedo recordarlo. Cuando me
interrumpen mis sueños y no me levanto por mi cuenta, suelo tener un humor
bastante fuerte y molesto (mal humor), pero creo que en este mundo, él es la
única persona que puede ponerme de buen humor y feliz, haga lo que haga… se trata de mi abuelo.
Mi abuelo es el hombre más atento
y bueno de este planeta, a mis seis primos, a mis hermanos y a mí siempre nos
miró con mucho amor desde bebés e hizo de nuestras infancias un cuento
maravilloso. Siempre nos contaba las cosas de tal forma que pueda sorprendernos
y a medida que fuimos creciendo nos íbamos dando cuenta de lo aburrido que
hubiese sido si nos contaba las cosas tal y como eran, por ejemplo, el ama
plantas y tiene un patio hermoso con su huerta donde se pasa horas y horas,
entonces de chiquitos siempre nos dijo que no tenía pelo, porque un día regando
vino un viento muy fuerte y se lo llevo, en lugar de decirnos que con el tiempo
por viejito se me le había caído , tuvo la ocurrencia de dejarnos
impresionados, porque realmente éramos tan inocentes que nos dejaba pensando
cómo fue eso…. me dan ganas de contar mil anécdotas y cosas que viví con él,
porque realmente son todas geniales.
Y ahora viene la parte donde me
pregunto, ¿por qué algunas cosas que pasan en nuestras vidas son tan
injustas?... si mi abuelo siempre fue una persona con un corazón enorme, ¿por
qué justo él tiene que enfermarse de cáncer? Hay algo que él me dijo el mismo
día que lo diagnosticaron, y fue que estaba orgulloso de la familia que había
formado y del quilombo que habían hecho de hermanos, sobrinos, tíos, primos, nietos junto a mi abuela (otra persona
hermosa con la que llevan 65 años casados y hasta el día de hoy parecen tan
enamorados como dos chicos de 20 años), mi abuelo remarco, que se va a ir de
este mundo pero se va a ir feliz porque en cada uno de nosotros, de su familia,
deja algo de lo que él siempre nos dio, y saben que es cierto…
Cuando atendí esa llamada y
escuche su voz se me dibujo una sonrisa de oreja a oreja, y ni hablar cuando me
dijo, yo parezco estar mejor que todos ustedes, me entretengo con mis plantas,
meriendo en la galería con la abuela y descanso muy bien… estoy bien Ampi, y
quiero que cierres tus ojitos y me abraces muy fuerte. Gracias a esa llamada
fue un día realmente lindo, me dejo pensando mucho y me hizo recordar cosas que
me llenan el corazón.
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