Nada

18/4/2020
Córdoba, Argentina.
Día treinta de cuarentena.




Hoy me aburrí. No hice nada. Me sentí desmotivado. Perdí mi tiempo.

Y eso me desespera porque yo intento poner un poco de fuerza de voluntad, pero me canso, me rindo, me aburro y dejo todo sin empezar o a medio hacer.

Camino de acá para allá. Deambulo por mi casa, sin hacer nada. Sin un fin.

A cada lugar que voy, me desespero porque no sé qué hacer. Y es que hay tanto para hacer, pero hay tan pocas ganas también.

Pienso en hacer nada. Ejecutar ese arte.

Entonces, me tiro a hacer nada, pero me siento culpable. Culpable del goce. Culpable de ser así. Aprovechá el tiempo, me digo.

Y así todo el día: un constante dilema mental entre mi Ello y mi Superyó. Mis ganas de hacer nada y mi conciencia que pesa por la carga.

Y así pasa el tiempo, hasta que se hace de noche y me enojo conmigo mismo.

Me voy a dormir, pensando que, al día siguiente, voy a hacer todo lo que no hice hoy. ¿Y si mañana estoy igual? Sin ganas de nada, pero, al mismo tiempo, con ganas de todo para llenar el tiempo, que no se vuelva denso junto con mis decepciones.

"…pero me canso, me rindo, me aburro y dejo todo sin empezar o a medio hacer."

(Estudiante de 4to año) 

Comentarios

Publicar un comentario