Hace más de tres semanas que empezó la cuarentena. Los días como los conocía ya no existen para mi. No puedo distinguir un lunes de un sábado ni de un viernes. Todo se ha vuelto muy monótono. Me resulta muy irónico que el encierro sea quien nos haga dar cuenta de lo que viviamos alli afuera.
El día de hoy empezó con una clase virtual de administración, a través de la aplicación Zoom, que últimamente se ha vuelto muy famosa. Esta clase comenzó a las 11am, por lo que decidí levantarme a las 9am para así poder desayunar y hacer algo de ejercicio. Una vez terminado todo eso tenía planeado hacer la actividad de Ciudadania y Politica, que había sido subida recientemente por la profesora, pero como es costumbre, lo postergaba cada una hora. Cada vez que estaba a punto de hacerla, me llamaba Chino o molina, o ambos, y nos poniamos a jugar “Brawl Stars”.
Después de jugar por varias horas , fui a la cocina para almorzar con mi madre. Creo que comimos unas empanadas de sardinas que preparé yo mismo el dia de ayer. Al terminar aproveché que nadie me podía llamar en ese horario, así que rápidamente hice la tarea pendiente. Aprovechando que ya estaba liberado, me recosté en mi cama, y observé videos sobre si Manu Ginobili merece o no formar parte del “Hall of Fame”.
En mi opinión, al igual que un montón de jugadores y periodistas, Manu, es sin dudas alguien que debe formar parte del salón de la fama del Basketball. Si bien estadísticamente solo tiene un 20% de probabilidades de entrar, esto se debe al sacrificio que él realizó por su equipo. El aceptó humildemente a salir a jugar desde la banca (a sabiendas de que perjudica sus estadísticas personales y sus chances de ir al “All Star”), ya que asi el podria aumentar las posibilidades de que su equipo gane. Personalmente, no conozco a un solo jugador que teniendo el talento para ser de los mejores jugadores del mundo, acepte ese rol de la manera que él lo hizo.
No obstante, nada de eso fue en vano, los Spurs (su equipo) salieron campeones 4 veces de la NBA y llegaron a la final en dos ocasiones más. Por supuesto que esto generó que muchos jugadores se percataran de la competitividad, la humildad y el talento de Ginóbili. Aunque nada de esto logró eclipsarlo; él llegó a jugar dos veces en los All Stars , siendo figura en uno de ellos. Además ganó el premio al mejor sexto hombre del año (así se le dice a quienes entran del banco). Por otro lado tuvo enormes logros a nivel nacional como la consagración olímpica en 2004 en donde le ganan en las semifinales al equipo estadounidense y en la final a Serbia y Montenegro.
Por esto y por muchas cosas más que aportó al juego, como su “Eurostep”, es que gran parte del mundo del Basket lo considera un “Hall of famer”.
Todo este análisis ya forma parte de mi rutina de la cuarentena. Veo videos suyos y pienso en lo que explique arriba todo el tiempo.
A todo esto, se hicieron las 5pm, por lo que baje a merendar, ya que a las 6 tengo mi entrenamiento virtual diario de fútbol. Rápidamente preparé un café con leche y dos tostadas con casancrem. Luego tuve que dibujar 1 cuadrado en cuatro hojas de diferentes colores, para usarlo en fútbol. Nuestro preparador físico Martín, es muy buen profesor y siempre se las ingenia para hacer entrenamientos ingeniosos e intensos, incluso en espacios reducidos.
El entrenamiento de hoy fue el más exigente hasta el momento; potencia, velocidad, isometría, toma de decisiones, todo junto y a un ritmo exuberante. Sin embargo, yo siempre doy lo mejor de mi, ya que este es potencialmente mi último año en donde yo podría enfocarme al máximo en fútbol, a menos que me fiche algún club, o algo similar. Por eso fue que desde el primero de enero, comencé la pretemporada con mi club, donde entrenamos de lunes a sábado dos horas y media, durante dos meses y medio. Fue así, que terminó la pretemporada y yo me encontraba mejor que nunca, tanto física y mental, así como futbolísticamente, por lo que realmente me abatió lo sucedido con el coronavirus. Es más, este mismo día, yo tendría unas pruebas de fútbol en buenos aires, y en el caso de ser seleccionado, podría llegar a ser becado deportivamente para alguna universidad de Estados Unidos.
Por motivos obvios, esto me llevó a pensar que todo que los que realicé fue en vano. Todos los sacrificios que hice, dormir bien, comer bien,entrenar bien, sacrificar juntadas con amigos, todo arruinado por esta pandemia de mierda. Sin duda alguna esto me significó una gran desmotivación. ¿Que se supone que debo hacer ahora? Más de 140 horas de entrenamiento desperdiciadas, más de 4 meses a la basura.
Ahora lo que tengo que hacer es averiguar qué es lo que yo quiero hacer. Siempre que me desaliento se me viene a la mente la frase que me dijo mi hermano :”Si no vas a dar el doble entonces dalo por perdido. Si valoras tu vida, darás salida a la esperanza”. Le estoy muy agradecido a él, aunque no se lo haya dicho. Sus palabras son las que me mantienen de pie. Me enseñó a que mi batalla arranca cuando me arrincona la ansiedad. Y que siempre vamos a poder atravesar cualquier situación, ya que “Nos parió una leona, por eso nuestro andar de guerreros”.
En fin, ya es la hora de cenar, si no me equivoco hoy comemos estofado. Estuvo muy rico, ahora vuelvo a la cama y siento que mi soledad perpetuó el vacío. La distancia no mata mi deseo, se hace notar al igual que el sol cuando lo tapan con un dedo. Espero que estos días pasen más rápido, la vida jugó sus cartas y no hablo de naipes.
(Valentín, 6° A)
Hermoso relato Valen! Y nunca, jamás todo ese sacrificio será en vano...
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