Despertar

DÍA 31- Un mes y un día (sobre)viviendo.




No me quiero dormir.
No me puedo dormir.
Detesto soñar cuando lo hago.
En los sueños tengo una vida paralela.
Una en la que soy libre.
Feliz.
Puedo ver a mis amigos.
Los puedo tocar.
Me río, grito, bailo.
Hago lo que YO quiero.
Pero de repente, despierto.
Ahí comienza mi pesadilla, me sumerjo en la incertidumbre.
Abro los ojos y ya nada es igual, todo es peor.
Mis amigos no están más, no los puedo tocar.
Ya no río, solo soy yo misma.
La peor versión de mi misma, la real.
Solo es un día más, mejor dicho, uno menos.
Que feliz que se es viviendo una vida ajena.
Pero qué fuerte que es chocar con la realidad.
Qué fuerte que es despertar.


 
 

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