Córdoba,
Argentina
20/04/2020
Con frecuencia, puedo recordar nuestros antiguos estilos de vida antes de todo esto. Las mañanas a las corridas, los almuerzos atorados en la garganta y el corazón agitado después de precipitarse para llegar a tiempo a la parada del colectivo.
Al parecer, creíamos estar viviendo la vida cuando tal vez, la vida era la que nos estaba viviendo a nosotros, agotándonos y consumiéndonos.
Que insólito es pensar en la rapidez con la que las cosas pueden cambiar. Como, en un instante, el simple y ligero batir de las alas de una pequeña mariposa puede provocar un gigantesco huracán en otra parte del mundo. Como un simple beso en la mejilla puede de pronto, convertirse en un arma filosa y mortal.
(Candelaria, 6° B)
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